Se solía pensar que los apartamentos nuevos cuestan más que los antiguos, pero eso no es necesariamente cierto. A medida que aumentan los costos de los terrenos, el tamaño de las propiedades nuevas se han reducido.
Hoy día, el valor de una propiedad está determinado por una variedad de factores, que incluyen: ubicación, tamaño del apartamento, diseño, historia, comunidad, entorno socio económico, servicios locales, transporte y cercanía al trabajo y colegios. Todas estas cualidades conforman una decisión inteligente, son consideraciones claves cuando se analiza la compra de un hogar.
Vivir en la ciudad trae beneficios en la calidad de vida de los residentes, estas propiedades cada vez se vuelven más apetecibles porque en poco tiempo incrementan su valor.
Al comprar un apartamento nuevo, necesitarás el abono inicial, que dependiendo de la promotora, podrás pagar en cuotas a diferencia de un apartamento de segunda. En estas propiedades, no tendrás que hacer ninguna reparación, de hecho si algo está fallando entra en garantía la reparación y la administración se hace cargo. También al ser una construcción nueva, el edificio está pensado para durar al menos 20 años. Hoy día, las construcciones nuevas son mucho más eficientes que las antiguas propiedades, en términos de ahorro de energía y distribución de espacio.
Cuando compras un apartamento nuevo, todo ya está hecho para ti, nuevos revestimientos de pisos y ventanas, cocinas, baños modernos y recién pintado, listo para ocupar. Otra interesante ventaja es que vivirás en un edificio con estilos de vida similares , lo que te permitirá tener un mayor networking.